Sabido es que las consecuencias del divorcio se extienden no solo sobre los cónyuges que han decidido tomar esa determinación y que podrán asumir con mejor o peor criterio, pero el problema surge cuando esos dos adultos no son los únicos afectados con su decisión y aumenta el número de personas afectadas por el divorcio siendo en la mayoría de los casos son menores de edad los que van padecen tanto la etapa de la ruptura como el cambio resultante de la nueva circunstancia familiar. Así diversos los estudios que han investigado la consecuencias del divorcio en los niños y niñas menores de edad cree que “los hijos de padres divorciados arrojan las mayores tasas de delincuencia juvenil, de fracaso escolar y de problemas psiquiátricos antes de los 18”.
Y para reforzar esta afirmación nos basamos en informes que dicen:
—El 25% de los hijos de divorciados no han terminado el colegio, frente al 10% de hijos de matrimonios estables.
—el 60% requiere tratamiento psicológico frente al 30%.
—El 50% de hijos divorciados ha tenido problemas de alcohol y drogas antes de los 15 años.
—El 65% tiene una relación conflictiva con el padre.
—La cooperación, el apoyo mutuo y la no confrontación entre los ex cónyuges tiene unos efectos positivos en padres e hijos; sin embargo, solo un 25% de divorciados consigue establecer este tipo de relación. Entre un 15-20% de los divorciados con hijos tiene un elevado nivel de conflictos, incluso dos años después de la separación, siendo temas comunes de discusión el reparto de bienes, la residencia de los hijos, el régimen de visitas y la manutención.